¿Qué son los Valores?

De antemano muchas gracias por continuar visitando éstas páginas y tener la oportunidad de «reunirnos» Tú y yo, en la soledad de nuestros pensamientos, pues precisamente la palabra reunión significa volver a unir, congregarse nuevamente, los que están aislados en un núcleo central, del mismo modo que la palabra religar del latín «religare» que es relacionar las partes dispersas con el todo final y unitario. Por lo tanto, este momento de comunicación entre Tú y yo, trasciende el mero encuentro casual o la espontánea convivencia superficial y cotidiana, que también es necesaria entre los seres humanos, porque en verdad, este momento, pretendo imbuírlo de un profundo sentido religioso en la mejor y mas amplia acepción del término y cuya raíz se nutre de amor y amistad permanente, compañerismo y comprensión, de entrega y solidaridad humana, que son los verdaderos y auténticos Valores.

En estos tiempos de crisis, no sólo económica, sino fundamentalmente de «valores», necesitamos esforzarnos por mantener e ir al rescate de todos los principios valiosos, las normas aceptadas como buenas y generosas entre los seres humanos, justamente por creer en su «valor» intrínseco positivo, para la consecución de la armonía individual, familiar y social y como creadores de paz y de bien común entre todos los seres humanos. Estos «valores», que son el signo de la inteligencia y de la cultura del hombre, son su mejor galardón y triunfo y se llaman; Libertad, Justicia, Orden, Fraternidad, Tolerancia, Dignidad, Amor, Bondad, Entrega, Belleza, Honradez, Integridad, Valentía, Caridad, Trabajo, Salud, Alegría, Esperanza, Optimismo, Convicciones y muchos más, sin los cuales el Ser Humano no podría subsistir o todo acabaría en una insensata acumulación de bienes materiales, sin emoción ni espiritualidad o en la destrucción propia de la ley de la selva o en los estadios primitivos contrarios a la civilización y la cultura.

He igual que «Tú y yo», existen muchos otros en el mundo, afortunadamente, que también se guían por la afirmación y práctica de estos «valores y principios.»

Nuestro mensaje, pues creo que así lo aceptarás, en esta comunión del «Tú y yo», es el de invitar a los más jóvenes a que recojan el buen ejemplo de sus mayores, como nosotros lo hicimos de nuestros Padres y ellos de nuestros abuelos y que ésta herencia, que no sólo es de cada una de nuestras familias sino patrimonio de la Humanidad, sobre todo de aquellos que orientan su vida al Bien, a la Bondad, a la Belleza, y a todos los demás «valores positivos», sea el acervo mejor, el mejor equipaje, el mejor vehículo y el mejor instrumento de la experiencia, para cada día ser mejores, mejor que uno mismo en la constante superación y afirmar todos los días con trabajo y con acciones de bien, El Amor y La Esperanza en nuestras propias Familias y en nuestros semejantes.

Por tu atención , muchas gracias y recibe un afectuoso saludo.

Salvador G. Hernández Mtz.

P.D. Y en relación a esa ‘Tesis’ de que; «Los valores son entidades cuyo ‘peso’ es determinado por la sociedad, son productos o construcciones de las ‘épocas y se transforman según las circunstancias, no se caen ni van a ningún abismo y obligan a crearnos una concepción diferente de las cosas y de las acciones.». Me pregunto, de ser así; ¿ Donde queda entonces la inteligencia y la cultura de los hombres, entendidas como aspiraciones de avance y de progreso positivo y jamás como retroceso, que por las circunstancias hubiera que transformar la concepción de la misma humanidad, para continuar siendo cómplices de nuestro existir.?

«Retirado en la paz de estos desiertos, con pocos pero doctos libros juntos, vivo en conversación con los difuntos y escucho con mis ojos a los muertos.

Si no siempre entendidos, siempre abiertos, o enmiendan o fecundan mis asuntos, y en músicos callados contrapuntos, al sueño de la vida hablan despiertos.»

Francisco de Quevedo
(1580-1645)